Y Jesús dijo a Lázaro… es la maqueta de un proyecto de plaza pública y un video que se muestra en la pared. Consiste en una escultura ecuestre de un héroe nacional sin cabeza y una estructura, una suerte de rampa que los niños pueden usar para colocar la cabeza de presidentes contemporáneos en la estatua. La idea de este proyecto surgió cuando filmé una escultura ecuestre del General Franco en España. En aquel entonces era quizás la única estatua existente del antiguo dictador, y era como si la imagen hubiese estado congelada por décadas. El perfil de esta escultura que aparece en el video fue alterado para hacer de Franco un dictador anónimo pero terrible, y funciona a su vez como telón de fondo para la maqueta.