Concebida como una obra plural, la instalación maduró durante los últimos diez años. Unos 70 músicos y técnicos colaboraron para materializar este, mi primer trabajo interactivo.

Numerosos recorridos por dos ciudades, Madrid y Bilbao, sirvieron de material para esta obra basada en la relación personal y amistosa que guardo con los músicos urbanos. Esta obra ha tomado prestado el sonido de instrumentos de viento, cuerda y percusión y de cantantes y compositores para devolver mil veces esos momentos ‘sonoros’ de la ciudad.

En esta instalación podemos ver un grupo de elementos que remeda una orquesta sinfónica. Cada atril contiene una tableta donde aparece un músico tocando y su papel pautado. En el medio, presidiendo la orquesta, encontramos el estrado correspondiente a su director. Es aquí donde escuchamos a todos estos músicos interpretando juntos una partitura compuesta por Esteban Puebla. Esta obra tampoco pierde de vista su propuesta como archivo sonoro, al tiempo que se esfuerza por proponer un nuevo espacio visual. Un juego de mirar y escuchar, Partitura está diseñada para ser un espacio cambiante y aleatorio que propone diferentes viajes y encuentros dentro de una ciudad en constante transformación.