Familia habla desde una historia personal e íntima, del exilio de mis abuelos de Ecuador a Cuba, en los años 30 y de mi propio exilio personal hacia España hace 15 años. La obra parte de un retrato de los cuatro miembros de mi familia (mis dos hijos y mi esposa) realizado a partir de patrones de sastrería, un retrato contemporáneo que obvia la descripción fotográfica para centrarse en las medidas reales de cada cuerpo, evocando festividades y momentos de duelo con el gesto de medir un cuerpo. Un segundo momento, transciende el ámbito familiar para conformarse en un retrato de amigos muy cercanos, también en el exilio. 38 personas de un círculo muy reducido han sido medidos y retratados a través de patrones de costura, a cada uno de ellos se le ha diseñado un traje, y ha sido invitado a formar parte de esta “fiesta” social y crítica que es el arte.

Para cerrar la propuesta, más de mil patrones de diferentes cuerpos de personas locales, cuencanos, se han incorporado a la obra, conformando una voz grupal y un retrato de la emigración contemporánea, que tanto eco ha tenido en Ecuador en los últimos años. Siendo Cuenca una ciudad de sastres, la obra se apropia de esta tradición para hablar de movimientos de personas, de emigración, exilios, abandono, economía, muerte y renacimiento de esa Familia propia y construida, que, en la necesidad y búsqueda de nuevas vidas y futuros, encuentran y conforman nuevas experiencias y vínculos sociales y culturales.

Vista de la instalación en XVI Bienal de Cuenca, Ecuador, 2023

Foto: Ricardo Bohórquez