En el universo de la arquitectura y los métodos constructivos, la plomada es un instrumento esencial que define la verticalidad y el equilibrio de una casa o edificio; al mismo tiempo, nos da seguridad y certeza frente al azar que puede resultar de la vida de un edificio mal construido. Partimos de la base de que la plomada del albañil nunca se equivoca y siempre augura un tejado estable, una construcción firme. De ahí esta ciudad aérea, modelada por su instrumento primordial, digna de alumbrar una Ciudad Plomada, grácil y etérea. Una ciudad que también debe su poder y seguridad a su contrapartida activa, en este caso, otra ciudad más terrestre, industrial y pesada que la que la sustenta. Una ciudad donde los contrapesos y las balanzas buscan no sólo evitar la caída y el derrumbe de Ciudad Plomada, sino también prestar un servicio único: ser la cara B o el lado oscuro de la belleza aérea y útil de estos edificios dorados que, con su luz prometedora, nos dibujan un futuro fiel a la utopía perfecta. Que Contrapeso (Ciudad Plomada) sea ese nuevo portal que augura el encuentro con cualquier paraíso perdido.